Este 2023 el país tendrá un verano más intenso con temperaturas más altas que el promedio, de acuerdo con Francisco Argeñal, director del Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos).

"Estamos hablando de uno o dos grados más arriba del promedio y las lluvias van a estar más escasas. Esperamos que el mes de abril va a ser menos lluvioso que los dos últimos años", explicó.

Argeñal además advirtió que las lluvias de abril, junio y agosto, también serán escasas.

Los cambios climáticos y eventos extremos asociados, el inicio tardía e irregular de las lluvias, generan crisis alimentaria en Honduras.

"Debido a que no hay mucha agua, uno no puede sembrar y hay más plaga, entonces reducimos la siembra porque no ajusta toda el agua para darle (mantenimiento) a todo el cultivo que lo necesita", dio a conocer Cristian Solórzano, productor en el municipio de Maraita, Francisco Morazán.

Por otra parte, el sector agroalimentario del país se ha descuidado desde la década de los 90, y esto ha provocado que haya escasez de algunos productos durante algunos meses del año, explicó el analista hondureño, Efraín Díaz Arrivillaga.

Y según Anabel Gallardo, presidenta de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos (Fenagh), buscar los mecanismos para sembrar en diferentes momentos del año o utilizar semillas que puedan soportar menos precipitaciones, serían algunas formas de enfrentar las situaciones climáticas adversas.

Sequías como producto de incendios forestales

Honduras registra al menos 855 hectáreas de bosque afectadas a causa de incendios este año, por lo que se pronostica que habrá un verano intenso, de acuerdo con autoridades del Instituto Nacional de conservación y Desarrollo Forestal (ICF).

En 2022 se contabilizaron más de 2,600 hectáreas abrasadas; en 2021 fueron 2,300; y en 2019 sumaron 1,500.

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