La periodista hondureña Saraí Espinal lanzó un ultimátum al exasesor presidencial Marvin Ponce a través de la plataforma X, exigiendo que desmienta las acusaciones que hizo en su contra antes de las 8:00 a. m. del próximo viernes 18 de octubre.

Espinal asegura que, de no recibir una aclaración pública, tomará acciones legales en su contra.

"Marvin Ponce tiene hasta las 8:00 a.m. para aclarar públicamente y desmentir lo que dijo sobre mí y el delito por el cual pagó una condena. De lo contrario, será querellado ante el poder judicial", advirtió Espinal en sus redes sociales.

La periodista de TSi y HRN ha denunciado públicamente al exasesor por violencia contra la mujer, señalando que procederá legalmente ante el Ministerio Público.

Espinal sostiene que Ponce ha recurrido a la difamación y la mentira para figurar mediáticamente, algo que ya ha denunciado en el pasado.

Por su parte, Marvin Ponce respondió negando las acusaciones: "Desmiento públicamente que yo haya visto a Saraí Espinal en La Ceiba o en otro lugar. Mi familia y yo sufrimos mucho por un juicio que me incoó la fiscalía de la mujer, donde fui sobreseído. Me sometí al debido proceso. Disculpas, Saraí".

Sin embargo, Espinal aclaró que el delito por el cual Ponce fue condenado fue "violencia contra la mujer" y no acoso sexual, como él pretende hacer creer. "Deje de llamarme", exigió la periodista, quien se ha mantenido firme en su denuncia.

Antecedentes del conflicto

El conflicto entre ambos no es reciente. En marzo de 2022, Saraí Espinal acusó a Ponce de misógino y acosador luego de recibir mensajes ofensivos de su parte. Todo comenzó cuando la periodista compartió una fotografía de una capacitación en sus redes sociales, a lo que Ponce respondió con un comentario que insinuaba la necesidad de "reconstruir la reputación personal" de Espinal.

Al pedirle una explicación por WhatsApp, Ponce desató una serie de insultos hacia ella, tildándola de "borracha" y acusándola de buscar fama a su costa. Desde entonces, Espinal ha mantenido su postura y está decidida a llevar el caso hasta sus últimas consecuencias.

Este caso de violencia de género ha generado un debate en Honduras sobre la necesidad de justicia para las mujeres que enfrentan acoso y difamación.