A pesar de tener un 2020 catastrófico, por la pandemia del covid-19 y las tormentas Eta y Iota la economía hondureña, en particular el de la industria sin chimemena, comienza a levantarse.

El covid -19 dejó pérdidas económicas por el orden de los 19 mil millones de lempiras, según el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (COHEP), mientras que la Comisión Económica Para América Latina (CEPAL) registra que las tormentas Eta y Iota dejaron daños calculados en 2,600 millones de lempiras

Además, el año pasado se perdieron 100 mil empleos, cerró definitivamente un 10 por ciento de empresas y el 60 por ciento presentó problemas de sostenibilidad.

Y a esto sumamos que 7 de cada 10 hondureños se sumieron en la pobreza y 5 de cada 10, en extrema pobreza.

Con estas estadísticas, la reactivación es sumamente difícil, pero la empresa privada lo está y generando empleo, que no es fácil.

Es por eso que pese todas las adversidades, más de medio millón de personas disfrutaron este año de un atípico Feriado Morazánico, haciendo turismo interno, pero cumpliendo siempre con las exigidas medidas de bioseguridad contra la coronavirus.

Desplazamientos

Eso es lo que permitido este año la movilización masiva. La derrama económica, según las cifra oficiales, fue de 550 millones de lempiras.

Quizás no se cumplieron todas las expectativas, pero al menos ha levantado el ánimo de la micro, pequeña, mediana y grande empresa, para seguir adelante.

Bajo la producción de la licenciada Annamaría Villeda y el trabajo periodístico de Rodolfo Velásquez, vea más detalles en el siguiente reportaje de Porque Nos Importa.

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