Miles de familias de Honduras adolecen la falta de empleo para poder llevar el alimento sagrado a sus hogares, y ante el no actuar de las autoridades ha surgido una nueva iniciativa que busca combatir ese flagelo en el país.

Se trata del "Banco de Alimentos de Honduras", creado en 2011, cuyo fin es reducir el hambre, combatir la desnutrición y evitar el desperdició de alimentos.

Vannesa Caballero, directora ejecutiva del programa, reitera que son el puente donde "se rescata el alimento perecedero apto para el consumo humano" que pueda llegar a la población más necesitada.

En ese sentido los alimentos se distribuyen a las personas en riesgo social, personas en extrema pobreza y con vulnerabilidad alimentaria. De momento, por el covid-19, la necesidad de alimento en estas familias va en aumento.

A la fecha hay más de 23 mil personas que se benefician de esta iniciativa que es aportada por varias organizaciones privadas en favor de los más desprotegidos de la nación.

En América Latina, Honduras ocupa el quinto lugar en población subalimentada.

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