La devoción a la Virgen de Suyapa, Patrona de Honduras, sigue creciendo año tras año. Miles de fieles acuden a la Basílica de Suyapa para agradecer los favores recibidos y compartir sus testimonios de fe.

Los milagros atribuidos a la Virgen son innumerables y han sido transmitidos de generación en generación.

Cada año, durante la celebración del hallazgo de la imagen de la Virgen, los devotos comparten sus historias conmoviendo a todos los presentes.

Desde curaciones milagrosas hasta favores concedidos en momentos de dificultad, los testimonios reflejan la profunda fe que los hondureños tienen en la Virgen de Suyapa.

Testimonios de fe

Doña Rosa, una abuela de 92 años, es un ejemplo de la devoción que sienten los fieles hacia la Virgen.

Junto a su nieta, visita cada año la basílica para agradecer las múltiples bendiciones recibidas a lo largo de su vida.

"Mi nieta es quien me cuida, quien me da todo, y todo gracias a la Virgencita", expresó con profunda fe la nonagenaria.

Desde el país vecino de El Salvador, doña Gladis Cortés también ha llegado a Honduras para conocer más sobre la Virgen de Suyapa y expresar su admiración por su figura. Su testimonio se suma a los miles de historias que se cuentan cada año en la Basílica.

La Virgen de Suyapa, un símbolo de esperanza

La Virgen de Suyapa se ha convertido en un símbolo de esperanza y fe para millones de hondureños.

Su imagen, una pequeña escultura de madera, ha sido testigo de innumerables oraciones y peticiones.

Los fieles encuentran en ella consuelo, protección y guía espiritual.

La celebración anual en honor a la Virgen de Suyapa, cada 3 de febrero, es una muestra de la profunda devoción que siente el pueblo hondureño por su patrona.

Miles de peregrinos se reúnen en la basílica para participar en misas, procesiones y otros actos religiosos.