La meningitis es una infección bacteriana grave de la membrana que rodea el cerebro y la médula espinal. Existen diferentes bacterias causantes de esta enfermedad y el 90 por ciento se pueden transmitir de persona a persona a través de las secreciones respiratorias o de la garganta y es mortal en un alto porcentaje.

Los síntomas más frecuentes de la meningitis tanto bacteriana como vírica son rigidez de la nuca, fiebre elevada, fotosensibilidad, dolor de cabeza y vómito. Reconocer estos padecimientos es clave para poder iniciar con el tratamiento antibiótico.

Cabe mencionar que estos síntomas son más difíciles de detectar en los recién nacidos. Pero en la mayoría de casos los bebés no quieren succionar el pecho materno correctamente, pueden tener fiebre o convulsiones.

En el caso de la meningitis por meningococo con un diagnóstico temprano y el diagnóstico adecuado entre un cinco a diez por ciento fallecen generalmente en las primeras 24 a 48 horas.

Por otro lado, una de cana cinco personas sobrevivientes de meningitis bacteriana puede quedar con secuelas permanentes como convulsiones, pérdida auditiva y visual, deterioro cognitivo, discapacidad neuromotora, alteraciones de la memoria y el comportamiento.

También, cicatrices y amputaciones de los miembros.

Más de 300 mil personas mueren cada año en el mundo a causa de esta enfermedad.

Los hábitos adaptados para prevenir el contagio del covid-19, también se recomiendan para prevenir la meningitis. Por ello se recomienda el lavado frecuente de manos y uso de gel.

Cabe mencionar que esta enfermedad se puede prevenir en un 100 por ciento gracias a la aplicación de la vacuna contra el meningococo.

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