Michel de Nostradame, más conocido como Nostradamus, fue un astrólogo y médico francés del siglo XVI cuyas predicciones han generado intriga durante siglos.

Su obra "Les Prophéties", publicada en 1555, contiene cuartetas que, según algunos investigadores, podrían estar relacionadas con eventos actuales en el Vaticano.

Predicciones sobre un pontífice anciano

Una de las cuartetas que ha despertado mayor interés afirma:

"Por la muerte de un pontífice muy anciano, será elegido un romano de buena edad, de él se dirá que debilita su sede, pero mucho tiempo estará sentado y en actividad mordaz."

Esta interpretación ha llevado a especular sobre el posible fallecimiento del Papa Francisco en el corto plazo y la elección de un sucesor con un liderazgo cuestionado.

No obstante, es fundamental abordar estas lecturas con cautela. Las profecías de Nostradamus están redactadas en un lenguaje simbólico y ambiguo, lo que permite diversas interpretaciones. Hasta la fecha, no existe evidencia concreta que confirme que el astrólogo predijo la muerte del actual pontífice.

Un último Papa antes del colapso

Otra cuarteta señala:

"No será el romano pontífice elegido ni cerca ni lejos se le prestará atención. Un joven de piel oscura con la ayuda del gran rey entregará la bolsa a otro de color rojo."

Esta frase ha sido interpretada como la llegada de un líder eclesiástico con una visión radical, capaz de provocar un cisma en la Iglesia. Sin embargo, estas afirmaciones carecen de consenso académico y se basan en conjeturas.

Contexto actual

El Papa Francisco, a pesar de sus problemas de salud, sigue desempeñando sus funciones como líder de la Iglesia Católica. No hay indicios oficiales de una renuncia o fallecimiento inminente. La Iglesia sigue adelante con sus proyectos y actividades bajo su dirección.

Es importante recordar que las profecías de Nostradamus han sido interpretadas de distintas maneras a lo largo del tiempo.

Muchas de sus predicciones no se han cumplido, y su lenguaje enigmático permite lecturas subjetivas. La historia ha demostrado que estas coincidencias suelen responder más a interpretaciones retrospectivas que a verdaderos anuncios del futuro.