Juárez, quien emigró a los Estados Unidos en 2021 en busca de un futuro mejor, rememoró hace algunos años, los días en los que la comida escaseaba y el agua era su único consuelo.
Los padres del catracho enfrentaron innumerables desafíos para mantener a la familia unida. Estos recuerdos son una fuente constante de decepción y dolor para él.
"Yo de dos años empecé a sufrir... Mi papá fue una persona muy pobre, he sufrido exagerado. La verdad, unos días no comíamos, solo (pasábamos) con agua. A veces plátanos comíamos", recordó.
A pesar de su ascenso a la fama, Juárez siguió siendo una figura humilde y comprensiva. "Tengo que llegar a un punto en el que no tenga que sufrir más. Necesito alimentarme adecuadamente y cuidar mi salud", expresó en esa ocasión, llamando la atención de miles de compatriotas hondureños con su modestia.
Hoy en día, Herminio Juárez reside en los Estados Unidos, donde trabaja como agricultor y albañil, además de ofrecer sus servicios publicitarios gracias a la notoriedad alcanzada con su característica frase "Ayó", que se popularizó aproximadamente en 2018.
Sin embargo, cabe destacar que a veces enfrenta críticas de quienes argumentan que no brinda suficiente apoyo a su padre, quien aún reside en La Unión, Lempira, Honduras.
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