Este descubrimiento surge en medio de nuevas revelaciones sobre la trágica muerte de Canserbero, quien perdió la vida en circunstancias misteriosas y brutales en 2015.

Fue el 19 de enero de ese año, cuando María Natalia Améstica, exmánager de Canserbero, preparó un té mezclado con Alpram, un medicamento para la ansiedad. Este acto resultó en un sueño inducido que, ayudó a que asesinara sin problemas al venezolano. Aquella noche también resultó en la muerte de Carlos Molnar, amigo del artista, en circunstancias igualmente turbias, segùn declaraciones de la propia Natalia.

El parecido entre Méndez y Canserbero ha sorprendido a muchos, y lo más intrigante es que las fotografías que destacan esta semejanza provienen del mismo año en que el rapero encontró su trágico final. Las imágenes, extraídas de las redes sociales de ambos, muestran similitudes que van más allá de la casualidad.

El impacto de este descubrimiento no se limita a la sorpresa inicial. Ha revivido el interés en la vida de Canserbero, un artista cuya influencia y legado musical siguen siendo fuertemente reconocidos en la industria del rap latinoamericano.

El caso de Méndez y Canserbero demuestra cómo las historias de artistas y sus legados pueden entrelazarse de maneras inesperadas, creando nuevos capítulos en la historia de la cultura y el entretenimiento.

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