Saraí Espinal alertó a la audiencia sobre posibles trampas, ya que estos anuncios podrían estar vinculados a la trata de personas, por lo que realizó un llamado para que las personas se mantengan precavidas ante posibles riesgos, lo que resuena como un consejo valioso en tiempos donde la seguridad es fundamental.

Por su parte, García no se anduvo con rodeos al afirmar que los masajes promocionados en estos anuncios son "impuros". Intrigado, le preguntó a Espinal si alguna vez había experimentado un masaje de ese tipo (con final feliz).

La respuesta de Espinal no se hizo esperar, revelando sus propias experiencias con masajes normales tanto en Estados Unidos como en Honduras, despejando cualquier malentendido sobre su participación en servicios de dudosa reputación.

"Sí, fui a los Estados (Unidos) y aquí (a Honduras). Me hice un masaje normal en el cuerpo, y ¿a qué masaje se refiere usted? no (he recibido) de los que voltean los ojos", dijo Espinal entre risas.

La postura de Espinal y García resalta la responsabilidad que los medios de comunicación tienen al abordar temas delicados y su compromiso con la seguridad y el bienestar de la audiencia.

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