"Salí embarazada a los 17 y creo que fue una de las etapas más difíciles de mi vida, emocionalmente hablando", confesó Velásquez, compartiendo su experiencia por primera vez en detalle.

La presentadora reveló la angustia que sintió al enfrentarse a la reacción de su familia: "Siempre fui la niña bonita de mi familia, entonces lo más difícil fue darles la noticia y causarles esa decepción".

Con valentía, Velásquez admitió haber negado su embarazo durante casi seis meses, sumergiéndose en una profunda depresión que la consumió. Fue una visita de un pariente la que le abrió los ojos sobre el daño que su sufrimiento podía causarle a su bebé.

Agradecida por el apoyo incondicional de su madre, Velásquez reconoció que fue ella quien la acompañó en cada etapa de su embarazo, parto y el primer año de vida de su hija Valeria, mientras enfrentaba la ausencia del padre de la niña.

Concluyendo con orgullo, Samantha afirmó: "No me arrepiento de haber sido una mamá joven. Aunque fue difícil, estoy donde estoy gracias a cómo sucedieron las cosas. Me siento una mujer y madre realizada, orgullosa de mi hija y de todo lo que hemos logrado juntas, a pesar de las dificultades que enfrentamos".

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