Según Álvarez, la razón detrás de esta inusual noche se remonta a 1981, cuando un expresidente de La Liga Nacional lo invitó a conocer a los futuros talentos del fútbol en un mundial juvenil. Actuando como delegado de prensa, el periodista se embarcó en esta travesía, pero olvidó un detalle esencial: dinero.

El relato cobró vida cuando Álvarez confesó: "Fui a San Pedro Sula, pero por alguna razón no llevaba dinero de Tegucigalpa y me dio pena pedirle al que administraba la Selección. Me quedé durmiendo en el Parque Central de SPS toda la noche porque no tenía dinero para un hotel".

La situación llevó al comunicador a enfrentar más de 24 horas de hambre y desamparo en el céntrico parque de la ciudad industrial hondureña, una experiencia que le dejó lecciones invaluables sobre la importancia de la previsión en sus viajes.

Ante la falta de recursos, Álvarez recurrió a la ayuda de un amigo, Orlando Ventura, quien trabajaba en Radio San Pedro. La llamada de socorro fue inmediata, pero Ventura no estaba en San Pedro Sula en ese momento. Sin perder tiempo, sugirió que Renato se dirigiera a la radio para obtener el préstamo de 50 lempiras que necesitaba para regresar a Tegucigalpa.

Esta historia, cargada de humor y lecciones, se suma a la rica trayectoria del periodista hondureño, dejando una marca imborrable en su legado profesional.

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