El descenso en las coberturas de vacunación en Honduras ha provocado un resurgimiento de enfermedades como la tosferina, afectando gravemente la salud de recién nacidos, niños y la población en general.

En los últimos 15 años, Honduras alcanzó metas de hasta un 100% en vacunación y recibió reconocimientos internacionales por su cobertura, pero la pandemia, los mensajes antivacunas y la inseguridad han generado una situación preocupante.

Un alto porcentaje de las muertes por tosferina ocurre en menores de dos meses, que son demasiado pequeños para recibir la vacuna, y la enfermedad es altamente contagiosa, comenzando como un resfriado y pudiendo llevar a complicaciones graves.

La cobertura de vacunación ha bajado significativamente; no se alcanzará el 95% al final del año, pero se proyecta que cerrará por encima del 80%, lo cual no es ideal, especialmente con las alertas sanitarias y la situación de migrantes.

Es crucial mejorar la vacunación casa por casa y superar las barreras como el miedo a las vacunas, la falta de documentación y la negativa de algunas comunidades a permitir el ingreso del personal de salud, agravado por la influencia de campañas antivacunas.