A pesar de ser uno de los países más vulnerables a los efectos del cambio climático, las medidas para revertir los daños son escasas, y la indiferencia hacia la problemática prevalece, según revela el Instituto de Conservación Forestal (ICF).

Honduras enfrenta una alarmante situación con más de 4,836 hectáreas de bosques devastadas en menos de dos meses del año en curso, cifra que se suma a la pérdida anual de entre 60,000 y 70,000 hectáreas debido a la tala ilegal, la expansión de la ganadería y la agricultura, así como la extracción de madera.

Este desastre ambiental no solo acelera la desertificación del país, sino que también aumenta la frecuencia de inundaciones y la escasez de recursos vitales para la población.

Expertos en cambio climático como César Quintanilla alertan sobre el dramático incremento en la pérdida de bosques, que pasó de 23 mil a 27 mil hectáreas a casi 200 mil en el último año.

Juan José Reyes, jefe de alerta temprana de Copeco, advierte sobre el riesgo inminente de incendios forestales debido a las temperaturas excepcionalmente altas registradas en marzo, instando a fortalecer las políticas de vigilancia y reforestación para mitigar el impacto.

El Comando de Apoyo al Manejo de Ecosistemas y Ambiente C9 ha implementado un centro de monitoreo con cámaras estratégicamente ubicadas para detectar áreas en riesgo, sin embargo, la impunidad prevalece.

Aldo Santos, exfiscal del medio ambiente, denuncia la ineficacia en la persecución de los responsables, a pesar de que el Código Penal establece penas severas para quienes provocan incendios intencionales.

En medio de esta crisis, organizaciones como Plantatónhn de Televicentro y Emisoras Unidads luchan por restaurar el dañado ecosistema, pero urge una acción coordinada y contundente tanto a nivel gubernamental como comunitario para proteger el futuro de Honduras y evitar una catástrofe ambiental irreversible.

La conciencia y la acción son ahora más urgentes que nunca para salvar el pulmón verde del país y garantizar la supervivencia de las generaciones venideras.

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