Paquita la del Barrio, nacida como Francisca Viveros Barradas, dejó una huella imborrable en la música ranchera y el bolero.

A lo largo de su carrera, conquistó el corazón de millones con su estilo único y sus poderosas letras que hablan sobre empoderamiento femenino y denuncian el machismo en las relaciones amorosas.

Canciones como "Rata de dos patas", "Me saludas a la tuya" y "Tres veces te engañé" resonaron profundamente con muchas mujeres, quienes encontraron en sus letras una forma de expresión y lucha.

Su autenticidad, valentía y carisma la convirtieron en un ícono de la música mexicana y en una de las artistas más queridas del país.

A través de su música, Paquita la del Barrio se destacó por su firmeza al abordar temas sensibles y por representar a una generación de mujeres empoderadas. Su legado perdura como un símbolo de la música popular mexicana y sigue inspirando a nuevas generaciones.

Así lucia Paquita la del Barrio joven

Paquita la del Barrio, originaria de Alto Lucero, Veracruz, México, inició su carrera artística de forma humilde, cantando en eventos locales y reuniones familiares.

Desde joven, mostró un talento innato para la música, influenciada por los sonidos tradicionales de la ranchera y el bolero. Sin embargo, su camino al éxito no fue fácil, enfrentando dificultades económicas y personales que la impulsaron a buscar nuevas oportunidades en la Ciudad de México.

En la capital, Paquita decidió dar un giro profesional a su carrera, motivada por su pasión por la música y su deseo de narrar historias desde la perspectiva femenina.

En la década de 1970, junto a su hermana Viola, formó el dúo "Las Golondrinas", presentándose en bares y pequeños foros, donde rápidamente ganaron reconocimiento en la escena local.

Sin embargo, Paquita optó por seguir su camino como solista, convencida de que su estilo único podría conectar mejor con el público.

En 1984, Paquita abrió su propio restaurante en Ciudad de México, donde cantaba en vivo para los clientes. Fue allí donde su carrera comenzó a consolidarse, gracias a su potente voz y su interpretación apasionada.

El gran salto a la fama ocurrió cuando un productor la descubrió y la ayudó a grabar su primer álbum profesional.

Sus canciones, desafiantes y llenas de empoderamiento, resonaron con el público, especialmente con mujeres que se sentían identificadas con sus historias de desamor y lucha contra el machismo.

Temas como "Rata de dos patas" y "Cheque en blanco" se convirtieron en himnos, marcando su carrera y consolidándola como una de las artistas más icónicas de la música ranchera.

Desde entonces, Paquita la del Barrio ha seguido siendo una figura central en la música popular mexicana, con una trayectoria que sigue en constante crecimiento