En un emotivo espectáculo, OV7 arrancó su última presentación agradeciendo a sus fieles seguidores con palabras de despedida, seguidas por un viaje musical que abarcó éxitos como Susanita tiene un ratón, Calendario de amor y Shabadabada.

Anunciando su separación indefinida, los integrantes del grupo tomarán caminos individuales tras una noche llena de emociones y nostalgia.

A pesar de la tristeza, el público respondió con entusiasmo, participando activamente en un show que se convirtió en una retrospectiva musical de la carrera del grupo.

Con más de dos horas de duración, el concierto fue un viaje por los recuerdos preescolares, los primeros amores y los intentos de bailes en la sala replicando las icónicas coreografías de OV7. Aunque algunos fans expresaron la ausencia de algunas canciones, la agrupación logró capturar la esencia de su extensa discografía, guiando a sus seguidores a través de una travesía nostálgica.

El punto culminante de la noche llegó con la interpretación de No me voy, donde OV7 y sus fans entonaron juntos la emotiva letra. Con elementos visuales que proclamaban 'Esto no es un adiós, es un gracias por siempre', el escenario se sumió en la oscuridad, poniendo fin a una era musical.

Entre lágrimas y abrazos, el último concierto de OV7 dejó una huella imborrable, marcando el cierre de un ciclo que siempre será recordado con cariño por sus seguidores.

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