La bailarina hondureña, Ónice Flores, se sumó a la lista de personas indignadas con este nuevo hecho violento que terminó con la vida de cuatro hombres en el parqueo de un edificio en el bulevar Morazán de la capital.  

Campanita, como también es reconocida, utilizó sus redes sociales para expresar su dolor y pedir a la Secretaría de Seguridad de Honduras que este hecho no quede en la completa impunidad "con pasa con otros casos".

A criterio de la hondureña, este tipo de hecho violentos se volvió normal en Honduras, por eso considera, justo y necesario que cada persona se convierta más precavida.

“Como vemos, nadie está exento de nada, la vida nos puede cambiar en un minuto, tengamos mucho cuidado, escribió en Instagram.

Por último, precisó que no es bueno alegrarse del mal ajeno, pues en un futuro "podemos ser nosotros" los que estemos sufriendo.

El hecho

Fue a las dos de la mañana de este jueves que cuatro jóvenes se preparaban para salir de la Torre Morazán, precisamente venían de disfrutar una noche de fiesta en una discoteca que funciona en ese lugar.

Sin embargo, para la mala suerte de estos muchachos, había un plan maligno girado en su contra, que faltaban minutos para que se concretara.

Las víctimas a bordo de su vehículo estaban pagando el ticket del parqueo, de pronto, dos carros se cruzan en la salida del lugar y unos seis hombres vestidos con indumentaria policial los rodearon.

Seguidamente, estos sicarios sometieron a sus víctimas y las asesinaron, de acuerdo con un video que circula en redes sociales.

Entre los ahora occisos está uno de los hijos del expresidente de Honduras, Porfirio Lobo Sosa y un sobrino del exjefe policial, Romeo Vásquez Velázquez.

Como Said Lobo Bonilla (hijo de Pepe), Luis Armando (sobrino de Romeo Vásquez), Salomón Vásquez (amigo de Said y Luis) y Normal Enrique Rivera (chofer y seguridad de Said).

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