El luchador, conocido por su musculatura imponente y su carisma en el ring, protagonizó un momento que dejó boquiabiertos a todos los presentes.

Con solo dos minutos en el escenario, Cena desafió las normas convencionales de la elegancia en la alfombra roja al aparecer sin ropa y cubriendo estratégicamente su entrepierna con el sobre que contenía el nombre del ganador del Oscar al Mejor Vestuario.

Su expresión tímida y gesto apenado añadieron un toque de humor a la situación, mientras las risas estallaban en el teatro.

Sin embargo, este peculiar acto no fue solo una extravagancia sin sentido. En realidad, Cena estaba rindiendo homenaje al infame incidente ocurrido hace 50 años en la gala de los Oscar de 1974, cuando un hombre apareció desnudo en plena ceremonia.

Inspirado por aquel evento legendario, Cena utilizó su presencia en el escenario para poner de relieve la importancia del vestuario de una manera ingeniosa y humorística.

Al recordar el episodio de 1974, cuando un intruso interrumpió la presentación de un premio, Cena subrayó la dualidad del humor y el respeto por la tradición en el mundo del entretenimiento.

Su actuación provocativa sirvió como un recordatorio de que, incluso en un evento tan glamoroso como los Oscar, siempre hay espacio para la irreverencia y la creatividad.

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