Jennifer Aplícano rompió el silencio en un puntual video publicado en su cuenta de Instagram, donde confirmó que su relación con Miguel Marichal llegó a su fin.
Pero también aprovechó para responder los comentarios y rumores que han circulado en redes sociales, pues detalló que si decidió hacer pública la relación debía asumir las consecuencias.
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¿Por qué terminaron Jennifer Aplícano y Miguel Marichal?
“Antes que nada esto no es una explicación, es una decisión”, comenzó Jennifer, dejando claro que decidió hablar para “poner pausa a todo el ruido de redes sociales”.
La creadora de contenido reconoció que, aunque no tiene obligación de explicar su vida privada, asumió el compromiso cuando decidió hacer pública su relación, por lo tanto, considera justo cerrar ese capítulo con la misma transparencia.
“Lo hago porque sé que en redes sociales muchos sienten el derecho de opinar sobre cosas que no conocen, pero okay, está bien”.
Jennifer reconoció que, al compartir su relación públicamente, debía manejar su final con la misma honestidad.
“Hoy asumo que si pasó algo con esa relación el tema también merece estar tratado con el mismo respeto y la misma verdad con el que lo traté al inicio”.
En respuesta a los ataques y rumores en línea, pidió: “Les pido enormemente el favor de que no lo ataquen a él porque no lo merece ni él ni su familia. Bueno, de los que me atacan a mí, me voy a encargar yo”.
Sobre los comentarios negativos, fue contundente: “Me da un poco de pereza, no, un poco no, mucha pereza a leer todos los comentarios negativos... No les voy a dar una explicación, les voy a dar una cátedra”.
También habló sobre salud mental y epilepsia: “La epilepsia es una condición neurológica, no es un efecto de carácter... De hecho, a esta persona le voy a decir que figuras históricas como Vincent van Gogh, Dostoyevski y Harriet Tubman, eran genios... no sabían cómo diferenciar entre su condición y el miedo”.
Criticó la forma en que se juzga a las mujeres independientes: “El entorno aún no está emocionalmente alfabetizado para recibirnos, aceptarnos y hasta soportarnos”.
A los medios les envió un mensaje directo: “Mi historia no es un titular, ni mi relación fue una estrategia... estamos hablando de tráfico de emociones”.
Finalmente, concluyó: “La relación, sí, terminó... y esto no lo tomo como un fracaso, lo llamo madurez... Callar es ceder el poder a la ignorancia. Chao, cupaí”.