La pasión que siente Aguilar por los aviones viene desde su niñez cuando se tuvo que mudar a la colonia Satélite de San Pedro Sula (SPS), por motivos laborales de sus padres.

En aquel entonces observaba los aviones cerca del aeropuerto mientras imaginaba volar por lo alto, sin imaginar que años después, al terminar el colegio, aplicaría a una beca para estudiar en el extranjero y que sería en la Universidad de Aeronáutica en Seattle de Washington.

Sin embargo, por cuestiones económicas la catracha no pudo viajar a Estados Unidos a cumplir una de sus metas. A pesar de ello, nunca se dio por vencida y se propuso graduarse de piloto en la escuela Horizontes de Aviación ubicada en Tegucigalpa.

Además de obtener su licencia nacional de piloto, la joven también recibió la licencia americana, razón por la que ahora sigue aumentando sus conocimientos en la Air Fleet Trainning en New Jersey.

"Lo bonito de ser piloto más que querer llegar a trabajar en una aerolínea grande, es lo hermoso que es andar en los cielos (...) el paisaje. Ejemplo, tener experiencias que no cualquier persona tiene y más para una mujer (...) que no es común", dijo la catracha en comunicación con Honduras.com.

LEA: Hondureña viral por bailar playero se aferró a la música tras morir sus padres