El talentoso joven de 27 años es originario de El Progreso, Yoro, y en su jornada de trabajo pone a todo volumen un karaoke, afina su voz y entona reconocidas canciones para captar la atención de quienes pasan por el lugar y así, atenderlos con la más grande de sus sonrisas cuando logra que se le acerquen. "A veces llegan con sueño, llenos de tristeza. Y se van alegres", afirma.

Según dijo Castro, este lunes, a Televicentro, él vive en Tegucigalpa desde que tenía 13 años cuando su papá lo trajo y hasta ahora está enamorado de la capital.

Actualmente trabaja en un restaurante, pero con la voz que tiene, anhela ser locutor de radio algún día. Por el momento, seguirá transmitiendo alegría a quienes lo visiten.

"Atención al cliente me encanta, me fascina, los clientes llegan y se alegran. Uno les transmite alegría, felicidad, a veces llegan con sueño, llenos de tristeza. Y se van alegres, con la barriga llena y el corazón contento", expresó.

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