El convenio entre El Salvador, Guatemala, Honduras y Nicaragua "dice que las líneas aéreas regionales pasan a ser domésticas en el ámbito centroamericano, además, se adhieren a un acuerdo donde se integra México", según explicó el funcionario en TN5 Matutino, de Canal 5.

Asimismo, el Gobierno espera que se unan a este planteamiento Costa Rica, Panamá y Belice para que las línea aéreas regionales operen como domésticas y así el aeropuerto Toncontín, ubicado en Tegucigalpa, capital de Honduras, pueda recibir vuelos de las naciones antes mencionadas.

Y es que, en 2021, durante el mandato de Juan Orlando Hernández (2014-2022), se quitó al aeródromo su categoría internacional, alegando que lo largo de su pista (2,021m) representa un peligro en el aterrizaje de grandes aviones, y se le trasladó dicho nivel a Palmerola (pista de 2,440m), aeropuerto inaugurado ese mismo año en Comayagua.

Desde entonces, solo opera para vuelos nacionales y operaciones militares en la base Hernán Acosta Mejía.

Por lo tanto, con la reactivación del convenio "no es que Toncontín se va a volver aeropuerto internacional, pero sí va a recibir vuelos de todo Centroamérica y México", especificó Martínez.

El CA-4 se incorporó en 1991, pero, se suspendió en 2009 tras la crisis política del golpe de Estado; en ese sentido, la operación regional del aeródromo dependerá de las decisiones que tomen los presidentes adheridos al SICA en sus próximas reuniones.

Vuelos regionales se analizan en el Congreso

El diputado de Libertad y Refundación (Libre), Ramón Barrios, manifestó que la comisión del Congreso Nacional que revisa los contratos de Palmerola, en su dictamen final al terminar mayo, pedirá la reapertura de Toncontín para vuelos regionales.

"Estamos hablando de volver a hacer competitivo la capital y su aeropuerto, porque hemos tenido quejas de ejecutivos centroamericanos que anteriormente venían a hacer trabajos a la capital por la mañana y se regresaban en los vuelos de la tarde, eso no lo pueden hacer hoy", manifestó.

Barrios detalló que por tal situación Tegucigalpa y el país dejó de ser sedes de eventos internacionales.