Según contó el doctor, él y sus colegas con los que normalmente hacía turnos de 12 o 24 horas, ya habían escuchado el rumor de que en el Leonardo Martínez una enfermera aparentemente se suicidó y cuando estaba en vida acostumbraba andar en tacones.

"Estábamos de turno y un amigo llegó totalmente pálido, le preguntamos ¿Qué le pasaba? No podía hablar, temblaba y decía que en uno de los pasillos que conectaba con el labor y parto había visto a una mujer vestida y que de la nada desapareció", relató.

A las 2:00 de la mañana tenían que ir a dejar las muestras de laboratorio realizadas a las mujeres que estaban en labor y parto y nadie quería ir por el miedo que sentían luego de la experiencia de su colega.

Sin embargo, el doctor se ofreció a ir porque no creía en fantasmas; hasta esa noche.

"El laboratorio quedaba enfrente de consulta externa del Leonaldo Martínez y hasta cierta hora está abierto, de ahí todo eso se cierra y no queda nadie ahí, no queda guardia... en el momento en el que iba pasando por el pasillo miro salir a una enfermera de una de las puertas que supuestamente debe de estar cerradas", explicó.

Aseguró que, la mujer iba caminando frente a él, y cuando intentó alcanzarla, ella agarró hacia la puerta de consulta externa que estaba cerrada y desapareció.

"La enfermera que yo había visto, probablemente no era de carne y hueso", agregó

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