Este lugar, conocido por haber sido el hogar temporal de Joaquín 'El Chapo' Guzmán entre 1995 y 2001, esconde historias de cómo el exlíder del Cártel de Sinaloa transformó su encierro en una serie de eventos extraordinarios.

Un testimonio clave revela que, en medio de la severidad penitenciaria, 'El Chapo' encontró una forma de expresar su poder a través de la música.

Las fiestas en Puente Grande, descritas por Noé Hernández, alias 'El Chacal de Pachuca' o 'El Gato', en conversaciones con el periodista Jesús Lemus, presentaban a 'El Chapo' más como un líder carismático que como un reo común.

Según el libro 'Los malditos: crónica negra desde Puente Grande', Guzmán Loera era visto por muchos como una figura amable y generosa. Su influencia llegaba a tal punto que incluso modificaba los menús de la prisión y organizaba eventos masivos, ganándose el respeto y la simpatía de muchos internos

Una canción, en particular, destacaba en estos festejos. 'El Jefe de jefes' de Los Tigres del Norte, se convirtió en un himno no oficial en Puente Grande, siempre presente en las actuaciones musicales contratadas por 'El Chapo'.

Esta elección musical, según 'El Gato', no era casualidad: reflejaba la admiración y el estatus que Guzmán Loera mantenía dentro de la prisión. La canción, emblemática en el ambiente del narcotráfico, parecía resonar con la personalidad y el poder que 'El Chapo' ejercía incluso tras las rejas

Durante mucho tiempo, se creyó que 'El Jefe de jefes' era un tributo a otro notorio capo del narcotráfico, Miguel Ángel Félix Gallardo. Sin embargo, esta teoría fue desmentida por Teodoro Bello, el compositor de la canción, en una entrevista en 2021.

Bello aclaró que su obra estaba dedicada a los líderes en cualquier ámbito de la vida, desvinculándola de cualquier asociación con el mundo del narcotráfico

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