El eclipse solar del 8 de abril de 2024 no solo capturará la atención mundial por su belleza, sino también por una misión científica única: la NASA planea lanzar cohetes hacia la sombra de la Luna para estudiar los efectos del eclipse en la atmósfera terrestre.

Esta iniciativa, que aprovecha el recorrido del fenómeno por México, EE. UU. y Canadá, se centra en comprender cómo la disminución de la luz solar afecta la composición y temperatura atmosférica.

Desde las instalaciones de Wallops Island en Virginia, tres cohetes suborbitales recogerán datos vitales durante el eclipse. Equipados con tecnología avanzada, medirán aspectos clave de la ionosfera, como temperatura y densidad, a alturas de hasta 420 kilómetros.

Estos lanzamientos serán transmitidos en vivo, permitiendo a observadores de todo el mundo ser parte de esta investigación histórica.

La misión de 2024 destaca no solo por su enfoque científico, sino también por fomentar la participación ciudadana.

Iniciativas como el Experimento Ciudadano CATE y SunSketcher invitan a aficionados a contribuir a la ciencia espacial, demostrando que la exploración del cosmos es un esfuerzo colectivo.

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