El planeta está siempre en movimiento y a veces sus movimientos son predecibles para el ser humano. En los últimos días se han reportado sismos o terremotos en varias partes del mundo, que en algunos casos no se sienten por su intensidad.

Cualquier fenómeno natural tiene su explicación y los temblores no son la excepción. Estos ocurren debido a que en el interior de la tierra se rompen algunas piedras y las mismas liberan energía que se forman en ondas sísmicas provocando que se genere un movimiento en la corteza terrestre.

De acuerdo a una teoría científica de Alfred Wegener, de 1912, el origen de los sismos se basa en que hace muchos millones de años lo que hoy se conoce como continentes estaban formados por un “megacontinente” llamado Pangea pero poco después se rompió.

Otro científico llamado Harry Hess sostuvo que la capa sólida superficial de la Tierra, conocida como litosfera, está compuesta por materiales que pueden llegar a romperse y dividirse en diferentes bloques como placas tectónicas. Las mismas estarían relacionadas con los temblores, sismos y actividades volcánicas.

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Cuando en el interior de la Tierra se generan ondas sísmicas pueden ser detectadas por los sismógrafos, instrumentos que son ubicados en distintos lugares y tienen un sensor de movimiento llamado sismómetro que se conecta a un sistema de registro.

Asimismo los temblores son medidos a escalas que son empleados para determinar el impacto de un movimiento telúrico. La escala más conocida y con la que se miden los estragos es la Ritcher, que determina tamaño y energía liberada desde un epicentro.

De acuerdo a ElNoticom los países donde hay mayor actividad sísmica son los cercanos al Océano Pacífico como ser Alaska y California en Estados Unidos, Chile, Japón, México, Nepal y Nueva Zelanda.

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