A pesar de que el tiempo ha pasado, el hondureño siente que está perdido en la vida por no tener junto a él lo mejor que le regaló la vida, el amor de su madre.

"Me siento con el alma en mil pedazos al saber que mi madre no puede estar conmigo. Me siento como que no valgo nada, me siento como un animal, perdí lo mejor de mi vida, pero Dios está conmigo", dijo Casalegno mientras sus lágrimas caían por sus mejillas.

Casalegno tenía 19 años cuando su mamá murió. Él es uno de cinco hermanos, una mujer y cuatro hombres. Actualmente el más pequeño tiene 18 años y después sigue el "CR7 catracho", con 23.

Desde los 14 años, Casalegno soñó con llegar muy lejos dentro del fútbol hondureño y su madre nunca dudó del talento que él tenía en sus piernas, por lo que a sus 42 años, cuando estuvo los últimos minutos con él, ella le aseguró que triunfaría en la vida.

"Antes de morir mi madre me dijo estas palabras: 'serás alguien en la vida, el joven de la Real Sociedad'", escribió el originario del municipio de Sabá, Colón, hace algunos meses en sus redes sociales.

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