Meghan Trainor sorprendió a sus seguidores con una revelación íntima durante su podcast Workin' On It, que conduce junto a su hermano Ryan Trainor.

La cantante confesó haber vivido una experiencia difícil tras someterse a tratamientos estéticos con bótox, que le causaron pérdida temporal de su capacidad de sonreír.

"Me duele la cara de sonreír, incluso de intentarlo", admitió Trainor, quien expresó arrepentimiento por haberse sometido a procedimientos innecesarios.

La decisión, explicó, estuvo influenciada por comentarios externos que la convencieron de cambiar el aspecto de sus labios.

"Alguien me convenció de hacer mis labios más gruesos. Me dijeron que si ponía algo de relleno podría tener un bonito perfil en mi labio superior por primera vez a mis 30 años… pero no era verdad. Además, ya no puedo sonreír más", relató la cantante.

Trainor no ocultó lo difícil que ha sido esta experiencia y aprovechó para hacer un llamado de ayuda. "Me he pinchado demasiado bótox y necesito ayuda", reconoció.

Pese al impacto negativo de este episodio, la artista no descarta seguir con otras intervenciones. Trainor tiene programada una cirugía relacionada con los cambios que experimentó tras la lactancia de sus dos hijos. "Mis mamas estuvieron llenas de leche y ahora están vacías… Tengo dos 'sacos caídos' por pechos", explicó.

La cantante también admitió que busca sentirse cómoda para su próxima gira con su álbum Timeless. "Lo más difícil es probarme vestuario porque necesito un buen sujetador que sostenga bien, y eso podría arruinar el outfit", concluyó.